Grado de discapacidad

En las baremaciones por discapacidad, encontramos que, en ocasiones, existe una disparidad de criterios entre lo que dice el evaluador (Centro Base) y lo que consta en su propio método de evaluación. Muchos clientes llegan a nosotros con la intención de reclamar irregularidades en la baremación de su grado de discapacidad y nos encontramos: enfermedades o graduación de las mismas cuyos informes no son tenidos en cuenta, dolencias permanentes sin posibilidad de recuperación que valoran como recuperables, discrepancias en cuanto a la valoración de la movilidad, etc... La discapacidad y su graduación lleva aparejados ciertos derechos sociales y fiscales para la persona afecta, por ello, cuando el paciente no ha sido baremado de manera correcta, cabe la interposición de una reclamación previa a la vía jurisdiccional y en caso de reiteración de negativa para corregir el grado, se puede interponer una demanda ante en Juzgado de lo Social.


Hoy he recibido en el despacho una Sentencia del Tribunal Superior de Justicia, que me llena de orgullo y satisfacción, ya que fue estimada en primera instancia a favor de mi cliente, recurrida por la Comunidad de Madrid y, nuevamente, el TSJ nos da la razón denegando el recurso y ratificando la sentencia obtenida en primera instancia. En este caso, el Centro Base valoró en un 50% el grado de discapacidad y omitió de manera flagrante informes médicos emitidos por el Sistema Público de Salud de máxima relevancia. Nuestro cliente está afecto de un 71% de grado. Nada más y nada menos, que el evaluador se equivocó en 21 puntos en su dictamen de discapacidad.


No se puede explicar con palabras, lo que supone para una persona con discapacidad ver por fin reconocidos sus derechos, y es que, a veces, las barreras de la discapacidad no son solo arquitectónicas, no son solo impedimentos o limitaciones físicas o psíquicas que impactan en la capacidad para desempeñar los quehaceres diarios, también son obstáculos y trabas que el sistema pone, a veces gratuitamente, por la inobservancia de una valoración aséptica por parte del baremador. En estos casos, la Justicia tiene mecanismos de corrección que, por supuesto, nuestro despacho utiliza como vehículo para devolver la razón a quien la tiene.

Agradezco la fuerza de mi cliente y su capacidad de lucha, hay casos, como éste en que uno se conciencia de que prácticamente todos, algún día, seremos también discapacitados, así que debemos apoyar a las personas con capacidades diferentes para que el reconocimiento de sus derechos sea universal.


Jesús Pérez Fernández
Abogado del ICAM
Doctorando Investigador de UC3M
Fundador de Lobo Abogados

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